Que comiencen los playoffs
Khris Middleton le tiró un baldazo a Miami en el juego 1; Trae Young silenció los insultos de la hinchada neoyorquina. La masiva vacunación en Estados Unidos llevó más gente a los estadios.
Hola, ¿cómo estás? Hoy te escribo un poco más contento y probablemente vos me leas más feliz también. Empezaron los playoffs y sólo con esas tres palabras se pone la pie de gallina.
Por si fuera poco, fueron todos partidos parejos. Boston amagó con el batacazo mientras estábamos en el aire: jugaban contra Brooklyn al mismo tiempo que grabábamos el último episodio del podcast en el que, obviamente, nos dedicamos a hablar de las series de playoffs. Sin embargo, Memphis fue la sorpresa de la primera ronda. Venidos des el play-in, derrotaron a un Jazz sin Donovan Mitchell.
La jornada de hoy viene menos cargada que los últimos dos días. Miami intentará -esta vez sí- amargar a Milwaukee, que la última vez triunfó gracias a un clutch Khris Middleton; Facu Campazzo tendrá su segundo juego de playoffs e intentarán empatar la serie tras un encuentro donde la defensa brilló por su ausencia.
Ayer, además, Trae Young debutó en postemporada y ganó el partido mientras desde las tribunas bajaban todos los insultos que durante ocho años se ahogaron en la garganta de la fanaticada neoyorquina.
Hablando de tribunas, ¿te diste cuenta lo llenos que están los estadios? En el Madison Square Garden, al menos, hay un sector de vacunados y otro de no vacunados. Los primeros tienen el privilegio de sentarse al lado del parqué donde el base de Atlanta metió la bandeja ganadora.
En fin, me extendí demasiado en esta intro. Son los playoffs. Me ponen así, ¿qué querés que haga?
Fuck Trae Young
Por Matías Kletnicki
Quince mil almas furiosas cantaban contra él cada vez que recibía la naranja. La hinchada más numerosa de New York descargó en el joven Trae Young los insultos acumulados de ocho años sin playoffs. En el escenario más grande que ofrece el mundo del básquet, el Madison Square Garden, el base de Atlanta no se inmutó.
Le costó entrar en partido: llevaba 20 puntos en 20 lanzamientos, pero, con el reloj cada vez más cerca de cero, sacó a relucir su mejor versión. En los últimos cinco minutos de juego, con el hit "Fuck Trae Young! Fuck Trae Young!" de fondo, anotó 9 puntos (1/2 TC, 7/7 TL). Partido igualado, 7.9 segundos restantes y pelota en sus manos.
Nuevamente, no se inmutó. Ya sabíamos que era un jugador especial. También, que tiene un talento único para dejar en ridículo hasta al mejor defensor. Conocíamos de sobra su capacidad para anotar triples desde el logo, así como su frialdad para definir para partidos. Lo que, quizá, muchos no sabíamos todavía fue lo que vimos en esos segundos: que Trae no es más un jugador prometedor, ya es una realidad: una absoluta superestrella.
En la última bola, Frank Ntilikina ingresó especialmente para pegarse a él. Aun así, Trae siempre estaba cinco movimientos por delante suyo. Taj Gibson soltó su marca para ayudar al francés. Ambos fueron hacia la mano izquierda del joven Hawk, que cambió velocidades y los adelantó por su derecha, dejándolos en su espalda con las piernas enredadas. Luego, amagó con el pase hacia la esquina, Reggie Bullock se acercó, pero no se animó a frenarlo temeroso de cometerle falta. Faltaba Julius Randle, 18 centímetros más alto que él, que lo esperaba como un muro bajo la pintura. ¿El resultado? Flotadora, canasta y victoria.
Trae mandó a callar a los 15 mil locales. La hinchada, arrepentida, obedeció.
El filo de la segunda espada
Por Manuel Giles
Milwaukee Bucks ganaba por 107 a 104 frente a Miami Heat en el tiempo extra. Luego de una accidentada posesión, Trevor Ariza encuentra solo a Goran Dragić y el esloveno clavaba un triple para igualar el partido a falta de 20.6 segundos. Y todo apuntaba a él: Khris Middleton (25 puntos, 6 asistencias y 6 rebotes hasta ese momento) recibió el pase de Jrue Holiday y se paró en mitad de cancha frente a la marca de Duncan Robinson. Con el público de pie, el número 22 consiguió un momentáneo switch con Trevor Ariza y ahí cambió el ritmo. Un freno, dos o tres dribbles y bombazo de media distancia. Todo red. 1-0.
El gran partido de Middleton maquilló en parte la mala noche del jugador estrella del equipo, Giannis Antetokounmpo. El griego terminó con 26 puntos y 18 rebotes pero tirando un flojo 10-27 desde el campo. El paso al frente de su segunda espada es para Bucks un alivio, sobre todo en situaciones con el marcador cerrado y con pocos segundos en el reloj. Tanto Khris como el otro co-protagonista, Jrue Holiday, demostraron que no les tiembla el pulso a la hora de tomar tiros decisivos. El base (quien además tuvo una gran participación con 20 tantos y 11 rebotes), fue el encargado de un robo+doble que puso en ventaja a los de Wisconsin en el suplementario. Aunque el rendimiento de Giannis puede mejorar y mucho, el respaldo que sus dos espadas le dan resulta de vital importancia.
Sin dudas, es una de las series más complicadas y entretenidas que podemos ver en primera ronda. Enfrente, el Heat tiene a un Jimmy Butler que, a pesar de que tuvo un primer juego para el olvido, es conocido por ser clave en los momentos de definición. A él se suman la precisión letal de Duncan Robinson desde la línea de triples y el aporte de un Dragić que, saliendo desde el banquillo, fue el máximo anotador de los suyos. También Bam Adebayo puede ser un dolor de cabeza cuando está en su día, haciendo mucho daño en la pintura. Contra esto los Bucks tienen una defensa liderada por sus tres figuras, con Middleton y Holiday cumpliendo un rol fundamental para detener los mayores peligros que posee el conjunto de Florida.
La temporada de Middleton, como muchas otras, pasó bastante desapercibida: promedió 20.6 puntos, 6.0 rebotes y 5.4 asistencias, arañando una vez más una campaña de 50/40/90 en porcentajes de tiro (en la 2019-2020 estuvo más cerca, no entrando por apenas tres centésimas). Su aporte para el equipo dirigido por Mike Budenholzer es fundamental y su función no parece tener límites: en la cancha hace un poco de todo y, aunque no destaca, todo lo hace bien. Hoy a partir de las 20:30 en Argentina comenzará el segundo duelo de una serie que promete y mucho. ¿Podrá Milwaukee conseguir otra victoria y cortarse un poco en la serie? ¿Sacará Miami su espíritu de lucha? Todo está por verse. Eso sí: pase lo que pase, no hay que perder de vista al de verde que tiene la número 22 en la espalda.
El que sabe, sabe, y el que no, al sector no vacunados del Madison Square Garden
Por Santiago Ballatore
Desde un primer momento, la NBA promovió la vacunación, no solo para deportistas sino para la ciudadanía estadounidense en general. Es tal el excedente de vacunas que tienen en el país —mientras en el mundo escasean—, que hasta se aplican dosis en los propios estadios de las franquicias. Así, a medida que avanza la campaña de inmunización, se van habilitando más y más butacas en las canchas.
Ya en los partidos de play-in se notó un cambio en el clima: además de la intensidad en el juego por estar disputándose algo más que un encuentro de temporada regular, el público le agregó un condimento que era muy necesario pero del que capaz nos habíamos olvidado.
Y en los Playoffs, todo eso se multiplicó: en el duelo entre New York Knicks y Atlanta Hawks, el Madison Square Garden ardió con más de 15 mil espectadores, divididos en el estadio entre vacunados y no vacunados. En el sector de vacunados, para el cual es requisito tener al menos 14 días desde completado el calendario de vacunación, se vive una situación de “vieja normalidad”, mientras que en el de no vacunados se siguen respetando los protocolos sanitarios.
Si bien está presente la tensión entre el show y la injusticia de que las potencias tengan vacunas para tirar por el techo mientras la mayor parte del planeta hace lo que puede, es innegable que estas imágenes tienen ese no sé qué, esa ilusión: son la luz al final del túnel.
Overtime
Recién, te dejé también los links de las crónicas de los partidos de play-in que clasificaron a Boston, Lakers, Washington y el sorpresivo Grizzlies. ¿Te soy honesto? Voy a extrañar a (Steph) Curry en la postemporada. La población de Memphis será, quizás, la única que no lo extrañe. Por lo menos, habrá en el Este alguien que represente su apellido (?).
Si sos argentino o argentina, mañana es un día importante. Ponete la escarapela si no querés que Santos se enoje con vos.
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Abrazo y que tengas una muy buena semana.
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