La misión del verdugo de Facu
CP3 hizo lo que quiso contra Denver y lideró a Phoenix a la barrida. Nets se encaminaba a una, pero las lesiones ponen en peligro la clasificación. Reggie Jackson, el factor x sorpresa de Clippers.
Hola, ¿cómo estás? Ya sé, ya sé, muy bien, no. Ayer eliminaron a Facu y sin piedad alguna. En el grupo protestamos por la expulsión de Jokic, pero sin mucho énfasis, con noción de que si ganaba Denver era sólo para estirar la agonía. Ya tendremos tiempo para hablar de eso, un espacio importante en la página. Ahora, hay que mirar el lado bueno: Facu puede recuperarse físicamente y unirse a sus compañeros de El Alma en Las Vegas para prepararse de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. A no desanimarse que viene lo mejor.
A quien sí le dedicaremos un espacio en estas líneas es a su verdugo, Chris Paul, que se paseó por el Ball Arena con todas las intenciones de borrarle la sonrisa al Joker luego de recibir su premio al MVP.
A estas alturas, no podemos seguir diciéndole sorpresa al nivel del base. Alguna vez, no sé si en nuestro podcast, en el grupo de redacción, o quizás en dicho por un analista estadounidense y citado por nosotros, alguien dijo algo así como “la mayor virtud de Chris Paul es habernos hecho creer que DeAndre Jordan tenía nivel de all-star”.
Sí es sorpresa -y evidentemente no sólo para nosotros- el rol que está teniendo Reggie Jackson en Los Angeles Clippers: se ocupó de ser la disputada tercera espada de los dirigidos por Tyronn Lue y lo está haciendo de manera genial.
Del otro lado de Estados Unidos, un fantasma recorre Nueva York: el fantasma de las lesiones. Irving se esguinzó el tobillo, Harden sufre en su isquiotibial y Spencer Dinwiddie, bueno, no vimos ni un minuto suyo en el parqué este año. Todo esto pone en peligro una serie contra Milwaukee Bucks que, después de los primeros dos partidos parecía encaminada, pero ahora tiene un destino totalmente incierto.
CP3: Añejo como el vino y el momento más importante de su carrera
Por Martín Fernández
Ya tuvimos el primer clasificado a la siguiente ronda de estos playoffs de la temporada 2020/21. Con una actuación completa, pareja y rotundamente superior, los Phoenix Suns sellaron su barrida 4-0 sobre los Denver Nuggets. Entre todos esos componentes de la estructura, la experiencia y personalidad de Chris Paul se erige como el salto de calidad que le faltaba al equipo para llegar tanto a la postemporada después de once años como a estas instancias definitorias.
Firmar un contrato de 160 millones de dólares a los 32 años y hacerlo valer hasta su finalización tres temporadas después no es para cualquiera. Jugadores de carácter histórico son capaces de llevar algo así, y los 37 puntos con 73% en tiros de campo, para dar cierre a una llave contra el equipo del recientemente consagrado MVP Nikola Jokic, son la evidencia de sus aptitudes. Otra vez llegó su momento de brillar con 16 temporadas de experiencia encima.
En todo este tiempo, CP3 solo vivió la postemporada desde el sillón de su casa en sus primeros años en la liga. Hoy en día es el jugador con la mayor racha activa de años en playoffs consecutivos con 11 junto a Andre Iguodala. Sin embargo, únicamente escoltando a James Harden en 2018 alcanzó estas alturas de la competencia. En el resto de oportunidades quedó un paso por detrás, algo que también podía asociarse con su estado físico, que en varias veces quedó comprometido en estas instancias (léase su lesión en 2015 en segunda ronda tras vencer a los vigentes campeones Spurs), o bien los equipos en los que estaba no eran los principales favoritos.
Siguiendo ese último punto, Paul fue parte de equipazos que estaban como serios aspirantes pero siempre tenía equipos por delante que se veían con mayores posibilidades, como fue el caso de sus repetidos años en Los Angeles Clippers entre 2012 y 2017. Fuera por el Oklahoma City Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook, los Spurs de Gregg Popovich o los posteriores Golden State Warriors de Stephen Curry, sus planteles quedaban un paso por detrás. Incluso aquella vez en 2018 con los Rockets, que eran “los que tenían posibilidades de destronar a los Warriors”. Estuvieron a una victoria de conseguirlo, pero al final no pudieron.
Tras salir de allí a Oklahoma, debía demostrar su valía, y vaya que lo hizo en la temporada pasada alcanzando los playoffs prácticamente solo. Así se concluyó su llegada a Arizona, dónde probablemente tenga la mejor oportunidad de su carrera hasta ahora para llegar hasta lo más alto. Las lesiones de Denver lo habían bajado de ese pedestal como sólido candidato en el Oeste (y eventualmente al título). Ahora queda entre los Suns y los otros dos equipos que no necesariamente están por encima de ellos en cuanto a cualidades. Probable e irónicamente, el más complicado de ellos sea Los Ángeles Clippers de Paul George y Kawhi Leonard, quienes terminaron con récord 2-1 en los enfrentamientos contra Phoenix en temporada regular. De todas maneras, la llave con Utah sigue abierta y nos tiene a todos expectantes.
El hecho de tener un equipo que se mantuvo bastante sano hasta ahora, con herramientas tanto en el plano ofensivo como defensivo, con nivel físico y técnico, con tiradores a su alrededor, hace que CP3 pueda apoyarse y dedicar toda su energía en lo que más sabe: organizar a todos los hilos de la cancha, manejar los tiempos con y sin pelota, encontrar al jugador adentro o afuera que va a sumar cuando él quiera o no pueda hacerlo. Sin dudas este es el momento más importante de su toda carrera.
Reggie Jackson, el factor X
Por Manuel Giles
Los Angeles Clippers superó la instancia de la primera ronda frente a Dallas Mavericks luego de una serie en la que sufrió más de lo que tenía planeado. Ahora en semifinales y frente a un equipo mucho mejor plantado como Utah Jazz los dirigidos por Tyronn Lue comenzaron nuevamente en desventaja. Aunque las sensaciones, al menos por ahora, no son tan negativas. Los primeros dos juegos de visitante resultaron ser muy parejos y la (necesaria) victoria conseguida de local en el juego 3 ratificó algunos puntos altos que, bien aprovechados, pueden ser la clave para arrimar el bochín a la idea y al nivel de juego que buscan los angelinos.
Entre estos casos se encuentran un Kawhi Leonard excepcional (26.0 puntos y 7.7 rebotes, después de promediar 32.1 tantos (!) contra los Mavs) y un Paul George que, poco a poco, se parece cada vez más al jugador que puede ser. A ellos se suman algunas apariciones estelares como el francés Nicolas Batum con su enorme aporte defensivo (incluso ocupando la posición de pívot en el súper small-ball que plantea Lue y teniendo que enfrentar a su compatriota Rudy Gobert) o algunos destellos de secundarios como Terance Mann y Luke Kennard.
Pero si hablamos de sorpresas no podemos dejar de mencionar a Reggie Jackson. El ex-OKC y Detroit está siendo una pieza clave en la rotación, ocupando el rol de tercera espada que en estos partidos de postemporada parecía vacante. Ante los flojos partidos de Marcus Morris y la llamativa decisión del entrenador de excluir a Rajon Rondo, Jackson tomó la posta y es el complemento ideal para la dupla Kawhi-PG. Sus 17 puntos (con un 5-6 en triples) en el último encuentro frente a Utah hablan por sí solos.
Y es qué mejor para dos estrellas con tanta gravedad que un tirador que está fino. Las dobles marcas que imponen sobre Leonard (algo que se venía viendo desde la serie con Dallas) son la oportunidad perfecta para generar espacios en el perímetro que pueden ser aprovechados. No sólo eso: Reggie también demostró ser capaz de crear sus propios tiros, exprimiendo cada centímetro que le cede la defensa rival. Sin dudas otro dolor de cabeza para el Jazz, que tiene otro foco de conflicto en el cual concentrarse a la hora de proteger el propio canasto.
Hoy se disputa el cuarto cotejo de la serie a partir de las 23 horas (en Argentina), con Utah arriba por 2-1. ¿Podrá confirmar Reggie Jackson que su presente no es tan sólo una racha, sino que tiene lo necesario para erigirse como otro pilar ofensivo en los Clippers? Eso está por verse. Eso sí: ya quedó más que claro que este cruce es totalmente imperdible y que, esperemos, nos traiga muchas emociones en lo que está por venir.
Brooklyn, lesiones, y una temporada en peligro
Por Juan Honeker
A la conocida lesión de James Harden, se le suma la reciente baja de Kyrie Irving, que tras pisar el pie de Giannis Antetokounmpo en el segundo cuarto del Juego 4, sufrió un esguince de tobillo que lo dejaría, por ahora, fuera toda la serie.
La jugada de la lesión tiene sus polémicas. Cierto es que Giannis no estaba cerca en el momento en el que Kyrie lanzó la bandeja, pero también es una realidad que alguien de su altura debe recurrir al rebote rápidamente, por lo que cuestionar su accionar es echar culpa donde no las hay. No obstante, profundizar sobre este tema no tiene sentido, así que es mejor dejarlo a criterio de cada persona.
Regresando al inconveniente que atraviesan los Nets, Kevin Durant tendrá que asumir toda la responsabilidad para que la franquicia pueda seguir en Playoffs, y el equipo dar un paso al frente para eludir esas falencias ofensivas que se presentaron con ambas lesiones. Recordemos que Milwaukee empató la serie como local, luego de una victoria aguerrida en el juego 3 (86 a 83) y una más “sencilla” en el cuarto cruce, 107 a 96.
Pero, obviamente, esta no es la única solución, ya que surge una muy arriesgada: El regreso de James Harden. Su vuelta a las pistas podría provocar que su lesión en el isquiotibial derecho se agrave, así como también que no ocurra nada más serio y pueda jugar tranquilamente. Sin embargo, los antecedentes de jugadores que pasaron por una situación similar no son muy alentadores. Por ejemplo, Durant, en 2019, disputó un juego de las finales ante todo pronóstico, pero por culpa de eso se lesionó el tendón de Aquiles y fue baja por más de un año.
Claramente lo ocurrido con Irving despertó dudas, y provoca que se busquen soluciones rápidamente. Ya Steve Nash recibió preguntas sobre el estado de Harden, a lo que comentó que el escolta se está recuperando correctamente, e incluso se empezó a mencionar un posible regreso de Spencer Dinwiddie, que tenía como fecha unas hipotéticas finales de la NBA. Aún así, solo son supersticiones, así que habrá que ver como reaccionará Nash, Mike D’Antoni y toda la directiva ante este gran problema.
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