¿Qué pasó con Miami?
Milwaukee barrió al Heat. MPJ, una segunda espada sin tanto filo. Ja Morant brilla en sus primeros playoffs. Cameron Payne, el base que dio un paso al frente ante la lesión de Chris Paul.
Hola, ¿cómo va? Espero que tan bien como si fueras simpatizante de Milwaukee, que cerró su serie y tendrá unos días de descanso. Hoy, podría haber un segundo clasificado a las semis del Este: Philadelphia va por la barrida contra Washington.
Sobre Miami, no sé bien qué decirte. Es una suerte de decepción. Hace algunos meses nomás, con más o menos el mismo equipo, habían derrotado 4-1 a Bucks. Este último sábado cayó y se fue de los playoffs con un 4-0 en contra.
Michael Porter Jr. es, también, una sorpresa en un sentido poco alegre. El alero redujo su volumen de anotación y Damian Lillard se cansó de exponerlo defensivamente.
Quien sí respondió bien en su primera postemporada fue Ja Morant, que tuvo una campaña silenciosa -pese a sus números-, un poco por haber pasado su año de novato y otro poco por no jugar en un mercado tan estruendoso.
Cameron Payne, por su parte, dio un paso al frente ante la molestia de Chris Paul que lo obligó a jugar (casi) con un solo brazo. El base trae consigo una historia de resiliencia. “Supimos la segunda práctica [luego de ser adquirido] que no podía jugar a un nivel [de NBA]”, aseguró el cuerpo técnico de Chicago Bulls en 2016-17.
Se me ocurre un paralelismo y estoy seguro que a vos también.
Juntar lo que queda después de la barrida
Por Manuel Giles
Miami Heat llegó a las Finales de la NBA en el 2020 por sexta vez en su historia. La última vez había sido en las épocas gloriosas de LeBron y Wade: en aquella ocasión, se enfrentaron con unos Spurs imbatibles que se llevaron el anillo de la mano de Kawhi Leonard, Tim Duncan, Manu Ginóbili, Tony Parker y compañía. Esta vez, el líder para buscar la hazaña era Jimmy Butler, acompañado de jóvenes promesas como Bam Adebayo, Tyler Herro o Duncan Robinson, todos de gran desempeño en lo que fue la burbuja de Orlando. Aunque no hubo final feliz, nada se le puede reprochar a ese equipo que barrió a Pacers en primera ronda y se llevó por delante a dos candidatos como Milwaukee Bucks y Boston Celtics en las semifinales y finales de conferencia respectivamente.
Un año después, el panorama es diametralmente diferente. Luego de una temporada muy irregular, con un flojísimo arranque que lograron remontar en la segunda mitad de la campaña, los de Florida se volvían a encontrar (esta vez en primera ronda) con unos Bucks con hambre. Y la venganza fue terrible: 4-0 y barrida, con algunos juegos (el 2 y el 3, particularmente) definidos por paliza, con diferencias de 30 o más puntos. Así, Miami llega anticipadamente al final del camino y ya debe poner la mirada en la 2021-2022.
Pero, ¿qué pasó? ¿Cómo un equipo que arrasó hace un año pudo terminar de esta manera? El principal motivo que explica esta catástrofe fue el nivel escandaloso que mostró Milwaukee en cada uno de los cuatro partidos. Tan sólo en el primero se mantuvo la igualdad hasta el final, cuando Khris Middleton clavó un game-winner del cual hablamos en la edición de la semana pasada. Pero en el resto de los cotejos, los de Wisconsin metieron quinta a fondo y no se detuvieron ni un segundo para mirar atrás, con un ritmo demoledor que no le dejó ningún margen de reacción al Heat. Sin actuaciones descollantes de su estrella, Giannis Antetokounmpo (que aún así promedió 23.5 puntos, 15.0 rebotes y 7.8 asistencias, números que para el común de los mortales son impresionantes pero no tanto así para un dios griego), fueron la segunda (Khris Middleton, 21.5 puntos, 6.8 rebotes y 4.3 asistencias con 49.2/40.7/89.5 en sus tiros) y la tercera espada (Jrue Holiday, 15.3 puntos, 9.8 asistencias, 6.8 rebotes y 2.3 robos con sendas masterclasses defensivas) quienes tomaron la posta del equipo en ambos costados de la cancha.
A esto se le sumó un Jimmy Butler absolutamente desconocido, nada que ver con aquel que deslumbró en los playoffs del 2020 y forzó a los Lakers campeones a llegar a seis juegos en las Finales. El alero tuvo 14.5 puntos, 7.5 rebotes y 7.0 asistencias de promedio con un preocupante 29.7% en tiros de campo y otro 26.7% desde la línea de tres. A pesar de algunos destellos de Duncan Robinson y su efectividad triplera desde el catch&shoot, Miami no encontró ningún tipo de solución para la gran defensa y el imponente ataque de los Bucks. Ni Bam Adebayo ni la joven joya Tyler Herro tuvieron buenas actuaciones: sí es verdad que la inexperiencia y la primera serie con parcialidades en los estadios (una novedad respecto de lo ocurrido en Orlando la temporada pasada) son factores que, probablemente, hayan afectado considerablemente su nivel de juego.
No es el fin del mundo. Miami Heat debe tener en claro esto de cara a lo que viene, con un núcleo de jóvenes promesas aún consolidándose a las que se suma el rodaje de veteranos como Jimmy Butler y el fichaje de Victor Oladipo, quien por lesión se perdió una numerosa cantidad de partidos incluida la serie contra Milwaukee. El trabajo en la offseason, con el desafío de no contar con rondas propias para este Draft, será vital para determinar si los comandados por Erik Spoelstra se plantan como serios candidatos para pelear por un anillo.
La esperanza de Memphis
Por Santiago Martínez
Si hay alguien que viene rompiendo todos los parámetros es Ja Morant. El joven de 21 años transita sus primeros Playoffs de manera sorprendente, para aquellos que aún no conocen su potencial, y, para los que tuvieron el placer de seguirlo a lo largo de toda la temporada, saben de que es capaz el dueño del “Rookie of the year” 2019-20.
Además del excelente nivel que demostró en la serie hasta el momento, se dio el lujo de marcar algunos récords: máximo anotador en un partido de Playoffs para Memphis con 47 pts, segundo jugador más joven de la historia en anotar 45+ puntos en unos Playoffs.
Por si eso fuera poco, se metió entre los mejores de la historia luego de sumar 101 unidades en sus primeros tres encuentros en postemporada. Quedó detrás de Kareem Abdul-Jabbar, Geroge Mikan y Wilt Chamberlain, quien lidera esta lista con 116.
Hasta el momento la actuación del base no es suficiente para Memphis: caen 2-1. Sin embargo, este lunes tienen la oportunidad de empatar la serie de local, frente a su gente, y devolverle la esperanza a la afición, Grizzlies no supera una primera ronda desde la temporada 2014-15, cuando vencieron en cinco juegos a Portland.
Previo al Play-in, Morant empezó a demostrar que está hecho para momentos importantes, dejó de lado su irregularidad que mantuvo en parte de la temporada, y comenzó a brillar al mejor estilo estrella NBA. Quizás para esta serie no le alcance ni a él ni a su equipo, pero el joven deja en claro que nació para dar la cara por su equipo en estos momentos.
Pelear con una espada sin filo y un escudo de cartón
Por Maximiliano Das
Denver inició su serie tropezando. Parte de la culpa la tuvo Portland, claro, que hizo algo que no sabíamos que podía hacer: defender. Bueno, tampoco fue La defensa, pero se encargaron de agobiar a Nikola Jokic obligándolo a tirar y a sumar puntos sin repartir juego -aunque ha fallado alguna que otra vez.
Otra parte de la responsabilidad la tiene el equipo de Colorado que, diezmado -no están Jamal Murray, Will Barton ni PJ Dozier-, tuvo falencias, especialmente en el aspecto defensivo.
El más expuesto en estos primeros cuatro partidos fue Michael Porter Jr., que redujo su volumen de anotación al mismo tiempo que no pudo detener los ataques de Trail Blazers.
También es culpa de Michael Malone no saber esconderlo: fue el objetivo de muchas ofensivas de Damian Lillard, que no encontró nunca mayores inconvenientes para superarlo. Curiosamente, Denver hizo poco por evitar el cambio de Facu a MPJ.
Sin embargo, lo más sorpresivo del devenir de la serie para el alero ha sido su desempeño en la delantera. Desde la lesión del base canadiense, el sophomore aumentó su producción de 17 a 23 puntos por partido, mientras que incrementó la cantidad de tiros de 12 a 15 por juego.
Para el comienzo de la postemporada, sin el segundo mejor jugador del equipo, MPJ partía como segunda espada, pero sus lanzamientos cayeron a niveles pre-baja de Murray y su porcentaje de efectividad, a números peores que los de su temporada de novato. En sus primeros cuatro encuentros tiró para un 48% de cancha y 33% de triples.
La serie está 2-2 y, si Denver aspira a seguir avanzando, necesitará más de Porter Jr.
Cameron Payne, historia de superación
Por Manuel Giles
“Supimos la segunda práctica [luego de ser adquirido] que no podía jugar a un nivel [de NBA]. La única razón por la que tomó dos entrenamientos fue porque pensamos que tal vez habían sido los nervios la primera vez. Cualquier coach de Bulls que diga lo contrario está mintiendo…”
Estas duras declaraciones pertenecen al cuerpo técnico de Chicago Bulls de la temporada 2016-2017. En ese año, Cameron Payne arribó a la Windy City luego de un paso sin pena ni gloria como rookie en el Oklahoma City Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook. Aquel equipo que llegó a las finales de la Conferencia Oeste contra Golden State Warriors y desperdició un 3-1 a su favor en la serie. Pero esto ya amerita otra historia.
Payne pasó dos campañas en los Bulls hasta que fue cortado en 2019 y firmó con Toronto Raptors. Sin embargo, la franquicia canadiense decide no contar con él apenas tres meses después, en octubre de ese mismo año. El base arriba a China en donde tiene un fugaz paso por Shanxi Loongs, para arreglar un acuerdo en enero de 2020 con los Texas Legends de la G-League.
Hasta que una luz de esperanza apareció. Phoenix Suns lo fichó el 30 de junio de 2020, de cara a la reanudación de la temporada interrumpida por la pandemia de coronavirus. A base de buenas actuaciones en la burbuja de Orlando, Payne se ganó un lugar en la rotación y el conjunto de Arizona decidió renovarle su contrato.
Actualmente, los Suns se encuentran en la primera ronda de la Conferencia Oeste, luego de 10 años de sequía en la post-temporada. El fichaje de Chris Paul para acompañar al talento de Devin Booker, junto con la llegada del veterano Jae Crowder y la presencia de buenas piezas en el roaster como DeAndre Ayton o Mikal Bridges le aseguró una muy sólida segunda posición. El rival en primera ronda resultó ser más difícil de lo esperado: los Lakers de LeBron James y Anthony Davis. Pero el conjunto del valle no se achica y, por ahora, la serie está igualada 2-2.
En estos partidos, el rol que cumplió Cameron Payne fue fundamental. Un soplo de aire fresco directo desde el banquillo, con mucha velocidad para atacar el aro y sin miedo a ningún desafío. Con la lesión en el hombro que tiene a mal traer a CP3, el base de 26 años dio el paso al frente, con 19 puntos en el juego 2 y otros 13 junto con 4 asistencias y 4 rebotes ayer en el juego 4. Sus promedios en esta serie son de 13.0 tantos, 3.3 rebotes y 4.5 asistencias en 24.3 minutos en cancha. Sin dudas, su aporte será vital para unos Suns que se ilusionan con bajar tempranamente a uno de los candidatos al anillo, sobre todo después de la lesión de una de sus estrellas, Anthony Davis, quien está en duda para las presentaciones que vienen.
Tal vez, después de todo, aquel cuerpo técnico de Chicago Bulls deba reconsiderar su opinión acerca de este muchacho llamado Cameron Payne.
Overtime
Arrancó la Weavereta: una temporada de tanking, cambios y revelaciones
Balance de la temporada 2020-21 de los Minnesota Timberwolves
Qué ver hoy
Philadelphia va por la clasificación a Semifinales de Conferencia, donde ya espera Milwaukee. Utah visitará a Memphis para ponerse 3-1.
No puedo despedirme sin recordarte que tenemos un podcast y que en el último episodio hablamos sobre las variables económicas de la NBA y la importancia del vínculo con China… Bueno, mentira, hablamos de los playoffs, pero, quién te dice, quizás en offseason abordamos estos temas. En el equipo hay un estudiante de economía👀.
Hasta acá La lupa. No dejes de visitar nuestra web ni de seguirnos en Twitter.
Abrazo y que tengas una muy buena semana.
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